7.17.2018

EL SURGIMIENTO DE UN MERCADO DE LA CARNE GLOBAL



El mundo desarrollado tiene cada vez menos granjeros, pero al mismo tiempo tiene más animales. Este mismo modelo está transformando la producción ganadera en los países en vías de desarrollo.

En términos generales, la demanda global por carne está aumentando, pero a distintos ritmos en regiones diferentes. En tanto que en Europa y los Estados Unidos el consumo está subiendo lentamente o bien se está estancando, en las economías emergentes representarán cerca del 80% del crecimiento hacia 2022. El mayor crecimiento será en China y la India, debido a la inmensa demanda de parte de su nueva clase media.

El patrón de producción se está repitiendo en estas naciones en desarrollo. El sur y este de Asia están viviendo la misma rápida transformación que ocurrió en muchos países industrializados varias décadas atrás, donde se pasó de un modelo donde los animales eran criados en rebaños pequeños o medianos, pastando al aire libre. Luego eran faenados en un matadero en las proximidades y tanto su carne como los subproductos eran producidos en la misma localidad o región. Actualmente este modo de producción está prácticamente extinto, aunque la cantidad de animales aumentó significativamente. En EE.UU., el número de criadores de cerdo cayó un 70% entre 1992 y 2009, mientras que la población porcina se mantuvo sin variación. Durante este mismo período, la cantidad de cerdos vendidos por granjas aumentó de 945 a 8.400 por año.

La producción total de carne aumenta a una tasa más lenta que antaño. El mercado solo está creciendo para cerdos y productos avícolas: ambas especies usan comederos y pueden criarse en espacios confinados. Esto quiere decir que pueden usarse para surtir la insaciable demanda por carne barata. Se proyecta que hacia el año 2022 casi la mitad de la carne adicional consumida será de pollo. La producción bovina, por el contrario, apenas está creciendo. Los Estados Unidos se mantienen como el mayor productor mundial de carne, pero esta industria describe la situación como dramática. Para el 2013 se esperaba una baja de 4 a 6% comparada con 2012 y se predecía un continuo descenso en 2014. En otras regiones tradicionalmente productoras como Brasil, Canadá y Europa, la producción se está estancando o bajando.

En China, más de la mitad de los cerdos aún se producen en pequeñas granjas, pero esto está cambiando rápido. Las mismas tecnologías e inversiones de capital que dominan la producción de ganado en los países desarrollados están llegando a los países en desarrollo - y se están integrando en las cadenas de valor globales.

El productor estrella actualmente es la India, gracias a su producción de carne de búfalo, que casi se duplicó entre 2010 y 2013. Con ello, India está forzando su ingreso al mercado mundial, donde 25% de la carne de vacuno es en realidad búfalo que proviene de este subcontinente. Según el departamento de agricultura de EE.UU, India fue el mayor exportador de carne bovina en 2012 - por delante de Brasil. Esto se debe a que los búfalos son baratos de criar. Esto hace que su carne sea un dólar más barata por kilo que la del ganado vacuno. Además, el gobierno indio ha invertido con fuerza en mataderos.


En África también se está empezando a consumir más carne, aunque tanto la oferta como la demanda todavía no crecen a un ritmo tan acelerado como en otras partes del mundo. La producción ha aumentado en varias naciones de este continente, pero ha sido más significativa en países superpoblados como Sudáfrica, Egipto, Nigeria, Marruecos y Etiopía. Y las importaciones de carne de ave han aumentado, aunque a expensas de los productores locales.



A pesar de que los países desarrollados aún dominan el mercado, las expectativas de crecimiento están cifradas en los países en desarrollo. Sin embargo, solo la décima parte de la carne se transa internacionalmente. Esto ocurre debido a que la carne solo se puede exportar si cumple los requisitos de calidad demandada por las naciones importadoras. Tanto compradores como consumidores tienen temor de enfermedades tales como la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), o enfermedad de las vacas locas, fiebre aftosa y la gripe aviar. Tanto la interrupción temporal del mercado avícola en el sureste asiático como el colapso de las exportaciones de vacuno en Gran Bretaña, han demostrado cuán rápido puede cambiar el comercio internacional de este producto.



Texto en "Atlas de la Carne", publicado conjuntamente por las oficinas de la Fundacion Heinrich Böll Stiftung en Chile, México y Brasil, director ejecutivo Michael Alvarez Kalvenkamp, 2014, pp.10-11. Digitalizacion, adaptación y ilustración para publicación en ese sitio por Leopoldo Costa.

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