El mito de las mujeres y los hombres que se transforman en animales no es un producto del cine hollywoodense. Por el contrario, se trata de leyendas que datan de tiempos muy remotos. La primera historia que se conoce acerca de los hombres lobo, proviene de la antigua Grecia. Cuando los dioses del Olimpo regían los destinos de los hombres, de acuerdo con la mitología griega, se decía que Arcadia era un lugar donde los lobos asediaban los tranquilos rebaños de ovejas, al tiempo que se realizaban sacrificios humanos en honor a los dioses. También se afirmaba que los arcadianos eran sanguinarios caníbales. De esta manera, surgió la primera leyenda de hombres lobo, en torno a Zeus -el señor de todos los dioses- y Licaón, rey de Arcadia, cruel tirano que permitía todo tipo de mal en sus dominios. Según Ovidio -poeta romano- Zeus había escuchado rumores acerca de la perversidad que sacudía Arcadia. Disfrazado como hombre mortal, bajó a la Tierra a investigar. Todo lo que vio demostraba que los rumores eran ciertos. De hecho Zeus se sorprendió y ofendió al darse cuenta de que la situación era aun peor de lo que se decía.
Finalmente se decidió a confrontar al rey Licaón y acusarlo de ser un maléfico tirano. Cuando entró al palacio, se descubrió como dios y los guardias cayeron de rodillas respetuosamente y comenzaron a orar. Pero el diabólico Licaón sólo reía y se dispuso a averiguar si realmente era el dios que se decía. Planeó asesinarlo durante su sueño, ya que ningún mortal sobreviviría a tal prueba. Zeus guardó silencio al darse cuenta de lo que sucedía. En tanto, Licaón, como bruto sanguinario que era, asesinó a un mensajero que venía de otro reino; lo cocinó y lo sirvió a Zeus en la cena. Al ver esto, Zeus enfureció y transformó a Licaón en lobo, excepto sus ojos, que permanecieron humanos.
Desde aquel día, Arcadia ganó su reputación como la tierra de los hombres lobo y de crueldades indescriptibles. A partir de entonces, comenzó una festividad que se celebraba cada 9 años y en la que una familia al azar debía elegir a uno de sus miembros para ser transformado en lobo hasta el siguiente festival. El lobo en cuestión no podría jamás comer carne humana. Sin embargo la notoriedad de Arcadia siguió en aumento. Se decía que no sólo se hacían ahí sacrificios humanos, sino que también comían carne humana. Los arcadianos comenzaron a adorar a los lobos en vez de los dioses. Los sacerdotes, incluso, vestían pieles de lobo (como en otras ceremonias tribales alrededor del mundo) para rendir culto al animal sagrado.
No se sabe cómo acabó Arcadia, pero definitivamente no fue un relato aislado dentro de la rica mitología griega. Se dice que la madre de Apolo, dios de la música, poesía, etc, estaba convertida en loba cuando dio a luz a su hijo. Se decía también que en algunas ocasiones Apolo mismo se transformaba en lobo.
Este artículo fue copiado el 17 de febrero de 2002, desde el sitio http://www.geocities.com/gerardo_lazos y ha sido borrado. Fue adaptado y ilustrado por Leopoldo Costa para publicacion.
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